Usar un huevo (dos si tienes el pelo muy largo) y separar la yema en un tazón. Batir la yema de huevo rápidamente con un tenedor y añadir una cucharada de aceite de oliva. Bate de nuevo con la batidora o un tenedor hasta que esté completamente combinados. Si no tienes aceite de oliva puedes utilizar aceite para bebés en su lugar o aceite de coco.
A continuación mézclalo poco a poco en una taza con agua tibia con el fin de diluir la yema de huevo y el aceite, para que sea más fácil de extender uniformemente a lo largo de todo el pelo. Ya en la ducha moja el cabello completamente y aclara el exceso de agua. A continuación vierte el champú de yema de huevo y usa las manos para aplicar sobre el cuero cabelludo masajeando suavemente con los dedos. Una vez aplicado puedes cubrirte el cabello con un gorro de plástico.
Dejalo reposar durante 10 a 30 minutos. Realmente cuanto más tiempo lo dejes actuar más serán los beneficios y más nutrirá tu cabello. Todo depende del tiempo que tengas.
Aclara al finalizar bien el cabello para asegurarte que todo el residuo de huevo ha sido eliminado con agua tibia o fría, nunca muy caliente, pues Si quieres puedes usar luego tu champú o acondicionador habitual.
Después de usar el champú de huevo tu pelo debería sentirse suave al tacto. Notarás que estará más hidratado y suave y con el tiempo más sano, hermoso y fuerte.